Brandon Weast, responsable de la despensa de alimentos de SVdP, viaja a Florida con el equipo Rubicon para ayudar a las víctimas del huracán
Tras el paso de los huracanes Helene y Milton, Brandon Weast, responsable de la despensa de alimentos de SVdP, se sintió llamado a colaborar en las tareas de socorro.
Tras los devastadores huracanes Helene y Milton, a principios de este mes, Brandon Weast, director de la despensa de alimentos de St. Vincent de Paul Southwest Idaho, sintió una fuerte llamada para ayudar en las tareas de socorro tras el huracán.
El sábado 19 de octubre, Brandon y el Equipo Rubicón, una organización dirigida por veteranos y dedicada a la respuesta ante catástrofes, llegaron a Florida dispuestos a tener un impacto significativo.
Actualmente en el condado de Greenwood, Carolina del Sur, Brandon participó en una feria de recursos junto con la FEMA y la Cruz Roja. Allí conoció a John, un amputado cuya cochera había sido aplastada por la caída de un árbol. Otros equipos de rescate habían informado a John de que no podían ayudarle, dejándole en una situación precaria. Con recursos y personal limitados en la zona, Brandon y su equipo se dieron cuenta de que si la cochera se derrumbaba, el árbol podría acabar destruyendo la casa móvil de John. Rápidamente se movilizaron para ayudarle y garantizar su seguridad.
A principios de esta semana en Carolina del Sur, Brandon se enteró de que 2.735 familias buscaban refugio en el Bradenton Area Convention Center de Palmetto, FL. Consciente de la urgente necesidad de alimentos, se puso rápidamente en contacto con Feeding America, socio de San Vicente de Paúl en el suroeste de Idaho, para organizar el envío de un camión cargado de suministros desde Chicago, Illinois. Espera que este envío sea sólo el principio, ya que trabaja en la coordinación de entregas regulares durante los próximos dos meses para proporcionar apoyo continuo a los afectados.
Brandon y el Equipo Rubicón se alojan actualmente en la Iglesia Bautista de South Maine. Durante su estancia allí, conoció al propietario de un restaurante local que buscaba orientación sobre cómo apoyar a su comunidad. Tras reflexionar un poco, el propietario decidió organizar a su personal para apadrinar a una familia durante las fiestas. A pesar de regentar un pequeño restaurante, su afán por compartir recursos y ayudar a los necesitados ejemplifica el espíritu comunitario que a menudo brilla en tiempos de crisis.
Para apoyar el trabajo vital de Brandon y cubrir los gastos de su viaje y el de su equipo, esperamos que nuestra comunidad de San Vicente de Paúl se una para recaudar 3.000 dólares, garantizando que pueda continuar su misión de llevar esperanza y alivio a los afectados por el huracán.